sábado, 23 de marzo de 2013

Afortunado quien goce de tu miel flor de romero, para decirte mil veces amada mía, cuanto te quiero.


Te escribiría rimas y versos
asonantes, consonantes, libres,
llantos de este amor visible
y completos de caricias y besos.

Pueden ser buenos o no ser poesía
pero te escribiría con el corazón
y te aseguro que algún día
volarán mis versos hasta tu pasión.

Te escribiría siempre en tu boca,
en tus abrazos y en tus caricias,
dejaría letras hasta en tu sombra
y engarzadas con delicias.

Te amaría, tanto y para siempre
que podría acumularte en mi vida,
solamente si quisieras tenerme
entre tus brazos, mi amor, adormecida.

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