lunes, 18 de marzo de 2013

Amor vino muy contento a través de tu mirada


Amor vino muy contento a través de tu mirada; y en la brisa de tu aliento, la frase era un monumento de muchas flores que dabas. El amor que me mostrabas era dulce renacimiento, abreboca al corazón a cualquiera que tú hablaras. Y tanta fue la ocasión que un corazón te mirara, que pensó que era de Sión esa voz como canción que engtre tules nos llevaba. Amor empezó chiquito como exquisito regalo entre tus labios jovencitos y tu pelo recortado. Mis ojos nunca hubieran visto un amor cual pececitos de un arroyo alegrado, un amor tan limpiecito siempre tan recién bañado... Amor no tiene flaquezas, amor no tiene mentiras; Amor es como una lira cuyos arpegios comienza a enlazar todo lo que gira dentro de nuestra cabeza. Amar ilumina piezas oscuras del corazón. Amor construye perdón y así el ofensor aprende a amar con amor nuevo que le nace y que le enciende como una vela de sebo en su alma necesitada de un amor que así sorprende.... Pero el amor que tú tenías, el amor que tú nos dabas, se apagó en un sólo día como algo que no existía, como algo que no duraba. Y ahora el sol no brilla igual en tu rostro, en tu mirada, pues tu luz es empañada por tristeza singular cual desprecio de una amada. Ya tu dar no vale nada, ya tu mano es sin calor. Y tu voz, que era sagrada, es cual marchitada flor sin perfume, sin color...

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